Ilan -el chico que me ayudó a encontrar el tren rumbo a Haifa- dormía en el vagón sin zapatos. En el asiento del frente un señor vestido de negro con una barba blanca con trenzas y un sombrero de alas anchas me clavó la mirada por unos segundos antes de rendirse ante el sueño también. Yo -media aturdida del cansancio- observaba con curiosidad los calcetines de colores de Ilan, los profundos surcos en la cara del señor de negro y el paisaje que rápidamente me acercaba a Haifa. Aunque aún era de noche, podía ver algo del Mediterráneo y algunos cerros lejanos.
De repente Ilan despertó y su voz me sacó de mis ensoñaciones: “Mira, ahí está el Santuario del Bab en el Monte Carmelo, si te fijas bien las terrazas están perfectamente alineadas con la calle Ben Gurion”. Sus ojos brillaban entusiastas, mientras el dorado resplandeciente de la cúpula del Santuario remodelada hacia tan sólo un par de años, irradiaba la luz de los primeros rayos del amanecer.
El Centro Mundial Bahá'í se encuentra en Haifa, una ciudad puerto ubicada al norte de Israel en las laderas del Monte Carmelo. Está rodeado por maravillosos jardines y terrazas que fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en el 2008.
Haifa desde el Monte Carmelo
Me despedí de Ilan y me subí a un taxi. A medida que avanzábamos en dirección al Centro de Peregrinos la cúpula del Santuario parecía aún más brillante contrastando con un cielo azul suave y unas tímidas nubes. Pasamos justo frente a una de las puertas principales de las terrazas y pude ver a un guardia y dos jardineros que hasta me pareció me estaban sonriendo. Era casi como estar soñando o más raro aún, era como estar dentro de una foto. Lo que tantas veces vi a través de imágenes esta vez adquiría volumen y movimiento. Mi peregrinaje había comenzado.
Más info:
- Más detalles sobre el Pregrinaje Bahá'í encuentran aquí.
- Este post pertenece a la iniciativa #BahaiBlogging. Escribimos durante noviembre inspirados en las enseñanzas de la Fe Bahá'í. Los temas son tan diversos como nosotros mismos. En mi caso son textos cortos y fotos de mi peregrinaje a los lugares sagrados bahá'ís.